C3 Cuidar / Compartir / Conectar. Hacia formas colaborativas de organizarse, producir y convivir en las ciudades en transición
septiembre 17, 2024El primer laboratorio de innovación del mundo
septiembre 19, 2024Pedagogías y Activación Urbana
.
Por Leonardo Márquez
Cocrear ciudades desde una cultura urbanística
Desde los primeros intentos de encontrar formas de actuar activamente en los procesos urbanos desde la Sociedad Civil, el colectivo TransLAB.URB – formado a mediados de 2012 entonces por jóvenes urbanistas con ADN activista – ya tenía inquietudes sobre diferentes aspectos del compromiso comunitario, entre ellos cuestiones relacionadas al interés de la “gente común” (trabajadores, residentes, vecinas y ciudadanas que no se dedican de manera prioritaria a algunas de las áreas relacionadas con el urbanismo) en las cuestiones propias de dicho Urbanismo.
Aportando un poco de contexto geopolítico a estas reflexiones y aportes, parten de una acumulación de experiencias dentro de la realidad brasileña, más precisamente en la capital del estado más austral del país, fronterizo con Uruguay y Argentina, también conocida como la “capital del pueblo gaucho”, la ciudad de Porto Alegre. Vale recordar que en el panorama de las capitales brasileñas, Porto Alegre fue pionera en la implementación de iniciativas de política urbana que llevaron al ámbito de la gestión pública enfoques e instrumentos enfocados a la producción de ciudades con principios progresistas, como, por ejemplo, el Presupuesto Participativo, puesto en práctica en 1989 y reconocido por la ONU como una de las 40 mejores prácticas de gestión pública urbana del mundo, y también fue sede de las primeras ediciones del Foro Social Mundial en 2001, 2002, 2003 y 2005. Así mismo, cuenta con un legado de grandes líderes comunitarios que producen participación popular en la práctica e influyen en la realidad de los barrios, y aún así, con el paso de los años se ha incrementado el vaciamiento de las más variadas actividades colectivas de procesos participativos y colaborativos, hasta llegar al punto en que la baja adherencia se convirtió en un problema constante.
En medio de una ecuación compleja, llena de inquietudes – y principalmente la cuestión del compromiso comunitario – lo cotidiano de un colectivo de urbanistas/activistas de diferentes áreas también produce algunas convicciones, incluida la comprensión del Urbanismo como una cultura colectiva que se manifiesta en el cruce de conocimientos transdisciplinarios teórico-prácticos y empíricos de las personas como agentes transformadores de la vida urbana. Apoyados en la certeza de que la cultura urbana de la población es indispensable para su acción en el mejoramiento de los territorios urbanos, existe una búsqueda casi incesante por crear, difundir y probar diferentes metodologías que posibiliten transformaciones de los espacios, dentro de las lógicas del activismo ciudadano y de la ciudad como Bien Común.
Embebidos de variadas interpretaciones de conceptos como Innovación Social y de las experiencias vividas y brindadas por diferentes Laboratorios Cívicos y Laboratorios Ciudadanos, pronto pensamos en servicios que podrían ofrecerse, inicialmente, directamente a las comunidades, pero también a los gobiernos locales con cierta apertura o inclinación hacia la promoción de procesos participativos y colaborativos que buscaran resolver problemáticas cotidianas que enfrenta la población local. Aquí hemos establecido la Innovación Social Urbana, un “paraguas” de experimentación y práctica dividido en tres ejes: Co-creación y Participación, Pedagogía Urbana y Activación Urbana. Bajo estos ejes se ubican procesos de urbanismo basados en tecnologías sociales, recursos tecnológicos y la conexión entre arte y activismo, haciendo uso de enfoques desde el Diseño de Procesos Cívicos, Urbanismo Táctico, Urbanismo Hacker, Placemaking, Sociología, Psicología, Cartografía y Mapeos.
Si bien el equipo estaba bien fundamentado, aún era necesario desentrañar las razones por las que era tan evidente el desinterés por temas relacionados con la producción de la ciudad. ¿Sería una cuestión ligada a la comunicación de actividades?, ¿podría deberse a un sentido disminuido de comunidad?, ¿podría deberse a una falta de sentido de pertenencia?, ¿será debido a la promoción del individualismo por parte del sistema capitalista?, ¿será por entender que los asuntos urbanísticos son responsabilidad únicamente de los técnicos?, ¿o sería un poco de todo?. A partir de estas preguntas, iniciamos proyectos permanentes como la Micro Escuela Urbana, cuyo objetivo es acercar a las niñas y sus cuidadores, inicialmente, pero luego también a los jóvenes y adultos, a los temas y debates urbanos, haciendo uso de poderosas herramientas como Caminatas, Derivas y Cartografías Afectivas, estimulando conversaciones, cuestionamientos y, sobre todo, sembrando semillas de producción de ciencia ciudadana, incentivando conocimientos generados por experiencias fuera de los muros de las instituciones educativas, fuera de los departamentos de la administración pública y fuera del universo del sector privado, conocimiento cocreado a partir de la inteligencia colectiva.
La suma de algunos años de estos experimentos sentó las bases para el desarrollo de la metodología “Co-creación de Directrices para Territorios de Interés Público”, cuya aplicación en diferentes contextos perfeccionó su característica propia de replicabilidad, además de generar importantes aprendizajes – quizás lo más disruptivo para nuestro trabajo – el hecho de que, mucho más importante que cualquier objetivo específico de un proyecto, el gran poder está en el proceso, todo lo que es intangible y que, aunque sea difícil de medir, resulta en la transformación de los individuos y sus comunidades a partir de procesos pedagógicos que sean resultado del aprendizaje colectivo, el verdadero impacto social que tanto se busca.
Laboratorio Urbano Efímero
En 2017, con esta metodología como destaque de una amplia caja de herramientas, cuando fuimos invitados por LAB Ciudades del BID – Banco Interamericano de Desarrollo para un trabajo por encargo en el Centro Histórico de São Luís – Maranhão – Brasil, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, vimos la oportunidad de proponer algo ambicioso y diferente al alcance solicitado de un Plan de Trabajo para una Lectura Comunitaria, lo que nos llevó a la propuesta de aplicar la metodología en forma de LABORATORIO URBANO EFÍMERO. Un programa abierto diseñado para construir junto a la población local una mezcla de Diagnóstico Participativo, Diagnóstico Socioambiental, Inventario Participativo, Mapeo, Investigación de Campo, Estrategias de Participación Comunitaria, Estrategias de Incidencia Política, Mediación de Conflictos en los Territorios, Estudios Vocacionales Territoriales, Directrices Proyectuales y Pruebas de Áreas de Interés Público.
La premisa básica del Laboratorio Urbano Efímero es precisamente diseñar un proceso de acogida de las percepciones e ideas de la población sobre un territorio que forma parte de la vida cotidiana de la comunidad, todo de manera transparente, transdisciplinaria, transgeneracional y a través de lógicas pedagógicas basadas en una metodología científica aplica de manera colectiva: identificar el problema, proponer hipótesis, prototipar soluciones, evaluar los resultados y documentar el proceso.
Tanto en el Laboratorio Urbano Efímero de São Luís – MA (2018), como en el Laboratorio Urbano Efímero de Campo Grande – MS (2019), uno de los objetivos fue implementar un diseño de proceso que básicamente involucrara a la población en la formulación de preguntas para ser respondidas colectivamente, dando subsidios para dos tipos de resultados, primero un Reporte de Actividades que presenta todo el proceso documentado, buscando su replicabilidad, luego un conjunto de directrices divididos en Directrices Espaciales, Directrices de Uso & Programación y Directrices de Autogestión. Ambos resultados sirvieron a dos universos complementarios, uno más formal que atiende a gobiernos y entidades de desarrollo, y otro que es un regreso a la comunidad, este último en un lenguaje accesible, el lenguaje universal del audiovisual en forma de documentales del proceso, sembrando la semilla de participación y cosechando una ciudadanía con sentido de pertenencia restablecido, al punto de seguir siguiendo las etapas posteriores a los Laboratorios de los que fueron parte activa.
Quizás una de las principales innovaciones de ambos procesos fue identificar una oportunidad para no oponerse al modelo común de ejecución de obras de equipamiento público en Brasil – a través de un programa de necesidades realizado a puerta cerrada, seguido de una competencia de proyecto y luego una licitación para la ejecución de la obra – sino proponer la complementación de este programa diseñado por los gobiernos locales, agregando una capa sensible de información que contenga los deseos y vocaciones de la población para estos espacios, asegurando que las directrices creadas colectivamente serán la base del concurso de proyectos y estará presente de alguna manera en la propuesta ganadora. A través de adendas en las políticas públicas también es posible garantizar que todo proceso de implementación de equipamiento público tenga siempre esta etapa previa que es precisamente la participación activa de la población dentro de un proceso bien fundamentado.
Por fin, parece un tanto utópico y bastante ambicioso intentar insertar una tremenda diversidad de posibilidades dentro de operaciones urbanas que tienen limitaciones de tiempo y recursos, pero precisamente por eso la mera posibilidad de difundir el concepto de ciudad como laboratorio vivo, en el que las personas pueden y deben experimentar, se vuelve vital, ya que la pedagogía del “aprender haciendo” crea puentes para lograr una comprensión del Derecho a la Ciudad, apuntando a la construcción colectiva de ciudades socialmente justas y ambientalmente viables.
Referencias:
DARDOT, P., LAVAL, C. (2016) A nova razão do mundo. São Paulo. Editora Boitempo.
FEDOZZI, Luciano (2023) O retrocesso da participação e a contra reforma urbana. Reforma Urbana e Direito à Cidade: Porto Alegre.
GUIZZO, Iazana (2019) Reativar territórios: o corpo e o afeto na questão do projeto participativo. Belo Horizonte. Quintal Edições.
MONTANER, J., MUXÍ Z. (2021) Política e Arquitetura Por um urbanismo do comum e ecofeminista. São Paulo. Editora Olhares.
WARD, McKenzie (2023) Um manifesto hacker. São Paulo. sobinfluência edições.
TransLAB.URB, sitio web del colectivo TransLAB.URB, consultado el 13 de junio 2024, https://translaburb.cc/
TransLAB.URB, Laboratorios, consultado el 13 de junio 2024, https://translaburb.cc/Laboratorios
———-
Ciudades Hexagonales es un programa impulsado por CIDEU, diseñado y coordinado por Hexagonal LAB, financiado por la Unión Europea, con el apoyo de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y el Ayuntamiento de Barcelona.