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En el capítulo anterior (aquí) Kahneman nos enseñó conceptos como el efecto halo, la heurística o el anchoring, ese anclaje que influye en nuestros prejuicios. Con este TIPS concluimos nuestro homenaje.

Nos despedimos con un tema candente que Kahneman ya estudió hace años. ¿Son más fiables las decisiones de los algoritmos o la de los expertos?

¿Tú que piensas, considerando todo lo que hemos visto en los anteriores TIPS?

Un ejemplo real

Kahneman recibió el encargo de mejorar el sistema de selección de reclutas en un ejército profesional. Su hipótesis era que el sistema fallaba bastante porque se basaba en la intuición y capacidad de juicio de los entrevistadores.

Su diagnóstico fue que un sistema pautado de reglas de evaluación sería más fiable para predecir el rendimiento de los reclutas que la intuición de los entrevistadores.

Creó un nuevo sistema en el que las diversas facetas del aspirante eran evaluadas por separado, generando diversos indicadores que alimentaban un algoritmo de selección.

Los entrevistadores se resistieron al nuevo sistema porque cuestionaba su principal rol, sistematizaba su trabajo, amenazaba su posición y desafiaba su propia identidad profesional.

Kahneman, en un intento de conciliación, añadió el factor humano al algoritmo, introduciendo ese juicio de valor o intuición subjetiva de los entrevistadores… ¿Te imaginas lo que pasó?

En efecto, el sistema funcionó mucho mejor. La combinación de algoritmos y factor humano resultó ser muy eficaz. Kahneman concluyó, incluso contra su hipótesis inicial, que la intuición agregaba valor (pero solo cuando esas intuiciones están generadas sobre suficiente información objetiva).

Fin de la serie…¡hasta el próximo TIPS!

Despedimos aquí la serie en memoria de Kahneman, el titán de las ciencias sociales que nos ayudó a entender mejor el comportamiento humano y nos permite diseñar con método nuestros servicios y productos para multiplicar el impacto.

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Nota: Este contenido se publicó originalmente como un Carrusel en Linkedin. Si quieres ver les publicación, visita este enlace.

Crédito: Mihaela Rosu