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Siguiendo la definición de Taplin y Clark, la teoría del cambio es un proceso riguroso y participativo en el que grupos y actores, como parte de un proceso de planificación, articulan sus objetivos de largo plazo e identifican las condiciones que consideran que deben cumplirse para poder alcanzar dichos objetivos.
Establece una relación causal entre una serie de actividades que se diseñan para que obtener unos resultados o impactos previstos, y que pueden presentarse de manera visual en una representación gráfica. Por tanto, la teoría del cambio es una estrategia que abarca el diseño, la implementación y la evaluación de proyectos de impacto.
Es también un relato que recoge la forma de pensar y la visión de la organización que la formula, mostrando su propósito y los valores a los que da más importancia. La teoría del Cambio de Hexagonal es el resultado de muchos años de investigación y reflexión, que sintetizamos en este post.
Teoría del cambio hexagonal
Nuestra Teoría del Cambio parte de una idea elemental: el progreso es la suma (virtuosa, compleja e imperfecta) de la igualdad y la libertad.
Para nosotros la igualdad solo es posible a través de la creación de comunidades de afectos, mientras que la libertad se construye sobre la base de un futuro que redefina los límites de lo posible. Al pacto que nos une para afrontar juntos el futuro le llamamos contrato social.
El problema es que las ideas de comunidad (afectividad, identidad y pertenencia) y de futuro (esperanza, ilusión, certidumbre) están en crisis porque asistimos a una inflación del yo (hiper individualismo) y del cortoplacismo (lo queremos todo ya).
En este contexto, el boom de complejidad de nuestro tiempo (cambio climático, digitalización vertiginosa de la economía, geopolítica de confrontación…) lo complica todavía más. Las instituciones tradicionales enfrentan dos crisis: desafección e imaginación. Las consecuencias pueden ser desastrosas: auge del odio y del miedo.
El propósito de Hexagonal, de su Laboratorio, de la Fundación y de la Consultoría, es acompañar a esas organizaciones tradicionales a través de una escalera de incidencia e impacto, hasta el nivel de cambio sistémico orientado a la construcción de un nuevo contrato social que combata el miedo y el odio.
Nuestra propuesta de valor es el modelo de innovación hexagonal que sintetiza el cambio en seis vectores productores de comunidad y de futuro, es decir, productores de contractualidad social. Estos vectores se alinean, a su vez, en dos grupos por la función subyacente que cumplen en el conjunto:
- Abrir (open), Mezclar (trans) y Colaborar (co), que son intensivos en construcción de comunidad.
- Prototipar (proto), Digitalizar (tec) y Agilizar (fast), que son portadores de futuro.
Las cuatro fuentes de la base teórica del modelo
El modelo de innovación hexagonal lo teorizamos en el informe Instituciones que Aprenden (XXVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado) y toma cuatro fuentes: la ciencia de redes, el análisis de 105 metodologías de innovación, la ética hacker y nuestra propia experiencia diseñando y liderando ecosistemas durante años.
Esta investigación nos permite afirmar que existe un código fuente universal detrás de toda innovación, un ADN compuesto por seis vectores que podemos identificar en todos los tiempos y lugares donde se produjo innovación.
Sumando todos estos elementos hemos creado nuestra propia teoría del cambio, creando una triple estructura (Laboratorio, Fundación y Consultoría), para provocar incidencia y cambio sistémico, desde herramientas hasta políticas públicas, pasando por los equipos, las ideas, los proyectos o las organizaciones…
Todo ello a través de los seis vectores, orientados hacia la construcción de comunidad (afectividad) y futuro (esperanza), frente al miedo y el odio, tomando la igualdad, la libertad y el progreso como horizonte, cristalizados en un nuevo contrato social que nos permita superar la inflación de individualismo y el boom de complejidad.
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